Durante la temporada de frío, son muy frecuentes las enfermedades respiratorias que van desde una gripa común hasta neumonías y que pueden ser graves o provocar la muerte. El problema en esta temporada en específico es que se juntan dos enfermedades mortales, la influenza y la COVID-19 para la que aún no hay tratamiento.
Y esto representa todo un reto para los que tenemos que salir a trabajar o a realizar actividades fuera de casa, porque nos encontramos más expuestos a estar en lugares con muchas personas, sin ventilación y algunas veces sin estrictas medidas de prevención o higiene.
Es por eso que tenemos que aprender a mantenernos sanos y evitar contagios fuera de casa y realizar una serie de acciones que nos ayudarán a prevenir enfermedades.
El primer paso es saberse las medidas de prevención y de higiene y no olvidarlas ¡JAMÁS!, es más se deben de volver parte de nuestra rutina ya de aquí en adelante, con o sin pandemia, ¿suena complicado? Pues te aseguro que no lo es, si:
· Nos lavamos constantemente las manos con agua y jabón
· Estornudamos cubriéndonos la boca con el brazo
· No nos tocamos los ojos y nariz con las manos sucias
· Llevamos una botellita de gel antibacterial
· Limpiamos nuestros artículos personales y nuestro espacio de trabajo
· Si nos sentimos enfermos nos quedamos en casa hasta que un médico nos diga que hacer
· Y en estos momentos utilizamos el cubreboca de la manera correcta
Estaremos evitando muchas enfermedades respiratorias.
Por otro lado es importante pensar que hacer todo esto, no sólo nos está ayudando a mantenernos sanos, también ayuda a los demás, a nuestra familia, seres queridos, incluso a los desconocidos y se vuelve un círculo virtuoso, porque si las personas que nos topamos en la calle están sanas y hacen lo mismo que nosotros para cuidarse, como resultado estaremos sanos y con menor riesgo de contagiarnos.
Por eso es importante, ser consciente que nuestras acciones impactan en nuestra salud y en la de los demás, y de ahí la insistencia en todos lados de la importancia de seguir estas medidas de manera correcta.
Pero bueno, regresemos al punto de cómo mantenernos sanos afuera…
Además de seguir las medidas de prevención e higiene, es importante aprender a manejar nuestros riesgos, es decir saber en que momento si salgo es más seguro o si me estaría exponiendo a una mayor probabilidad de contagio, saber además si el lugar a donde voy hay una gran cantidad de personas o aglomeraciones, o si para llegar tengo que utilizar transporte público o puedo utilizar otro medio.
Pero se los voy a explicar con ejemplos prácticos:
Una persona vulnerable tiene que salir al súper mercado, además de las medidas de higiene, es preferible que vaya en horarios en que no está lleno el establecimiento, que lleve una lista de lo que necesita comprar para no tardarse mucho y que vaya al más cercano a su casa, para evitar traslados largos. Que saliendo utilice gel antibacterial para sus manos y que cuando llegue a casa, limpie todo lo que compro antes de guardarlo.
Otra persona tiene que salir a trabajar, le queda lejos por lo que tiene que utilizar el transporte público. En este caso esta persona puede ver en que horario el transporte no está tan lleno (tal vez tenga que salir más temprano), llevar gel antibacterial a la mano, utilizar el cubreboca de manera correcta, incluso llevar un cambio de cubreboca por si ese llegará a contaminarse. Podría además mantener la sana distancia entre sus compañeros de trabajo, limpiar su área de trabajo, llevar su comida para no tener que salir a lugares concurridos y lavarse las manos constantemente.
Y por último el caso de una persona que ya está cansada de estar encerrada y de que no tiene vida social y quiere salir a ver a unos amigos…Primero tendría que valorar si vive o convive con personas vulnerables, si las personas que va a ver están sanas (recuerden que los asintomáticos también pueden contagiar), si es un lugar cerrado o abierto, si son más de 10 personas, si siguen las medidas de higiene en el lugar al que van, y por último y sobre todo, si vale la pena el riesgo de contagio por una salida social. En este caso hay muchas opciones sin riesgo como las video llamadas, lugares abiertos, medidas de higiene, sana distancia, cubreboca y un número reducido de personas.
En todos estos ejemplos primero hay que seguir las medidas de prevención y después identificar los riesgos y hacer algo para reducirlos o evitarlos.
Esta es nuestra nueva normalidad, la manera de adaptarnos a las circunstancias y aprender a cuidarnos y estar “a salvo” en nuestras actividades cotidianas y aprender a ser solidarios con los demás para que las medidas puedan bajar el número de contagios y de enfermos.
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