Como parte del proceso y transmisión del virus SARS-CoV-2 y de la enfermedad que causa, COVID-19, la pandemia estará presente en nuestra sociedad hasta que se encuentre la cura o la humanidad alcance cierto grado de inmunidad (ya sea la vacuna o inmunidad colectiva), por lo tanto, es necesario “aprender a vivir” con el virus, ya que éste será un virus más con que tendremos que convivir.
Por ello tenemos que aprender las nuevas formas de convivencia, tomando en cuenta la posibilidad del riesgo de contagios o un rebrote, lo cual tiene grandes implicaciones, puesto que tendremos que realizar cambios permanentes en nuestro comportamiento para permitir entre todos mantener un bajo nivel de contagio en los próximos años. Dentro de estos nuevos hábitos están las normas de distanciamiento social, tanto en el ámbito empresarial, como en el social y personal, incluyendo la toma de medidas rigurosas para detección temprana y aislamiento de pacientes afectados. Con todas estas medidas, ya nada volverá a ser igual y el estilo de vida será marcado por este gran hito.
Por lo tanto, para retomar las actividades de la vida cotidiana, tales como escuela, trabajo, convivencia familiar, amigos, actividades recreativas, entre otras, es necesario reforzar las medidas de higiene y prevención por un tiempo indefinido y acostumbrarse a una “nueva normalidad” en la que se debe de seguir evitando contagios y protegiendo a los más vulnerables.
En este sentido, es indispensable la participación activa de todos los actores sociales, públicos y privados, para llevar a cabo las medidas e intentar alterar lo menos posible la continuidad de la dinámica socioeconómica del país y de cada región en particular.
De ahí la importancia de que todas las personas conviertan en hábito permanente las medidas preventivas que comprenden sencillos procedimientos higiénicos, tanto personales como del entorno, los cuales comúnmente se realizan en los diferentes lugares donde desarrollan sus actividades cotidianas.
Como empresarios, trabajadores, concesionarios, prestadores de servicios, usuarios y población, debemos continuar con la aplicación de las medidas de higiene y prevención a nivel personal y comunitario, y de esta manera poder reintegrarnos a las actividades con todas las precauciones requeridas.
Es primordial que para esta “nueva normalidad” se suba la guardia contribuyendo a la sustentabilidad de las medidas preventivas, sobre todo a nivel individual, empresa, familia y comunidad y los entornos en los que se desenvuelven día a día. Si esto se logra, podremos evitar un problema nacional y mundial de grandes consecuencias para la salud y la economía.
1. Medidas de prevención en la “nueva normalidad”
Medidas de higiene
· Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón (al llegar de la calle, periódicamente durante el día, después de tocar áreas de uso común, después de ir al baño y antes de comer).
· Cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo desechable o con el ángulo interno del codo al toser o estornudar.
· Nunca escupir en el suelo. Si es necesario escupir, hacerlo en un pañuelo desechable, tirarlo a la basura y lavarse las manos.
· Mantener la higiene adecuada de los entornos (casas, oficinas, centros de reunión, etc.), ventilarlos y permitir la entrada del sol.
· No tocarse nariz, boca y ojos con las manos sucias.
· Resguardo protector en casa cuando se tienen padecimientos respiratorios y acudir al médico si se presenta alguno de los síntomas (fiebre mayor a 38° C, tos, dolor de cabeza más alguno de los otros síntomas antes mencionados).
Saneamiento de entornos y superficies
Todos los entornos públicos y privados, abiertos o cerrados deberán ser desinfectados y mantener la limpieza permanente (con agua y detergentes), para asegurarse que el virus del COVID-19 pueda ser destruido, evitando contagios.
De manera general, la desinfección de superficies debe hacerse diariamente antes de iniciar las actividades del sitio abierto o cerrado y antes de cerrar.
Sana distancia
Mantener una distancia saludable con otras personas, ayuda a evitar ser contagiado con el virus causante de la enfermedad covid-19. Sana distancia son todas las “medidas sociales para reducir la frecuencia de contacto entre las personas para disminuir el riesgo de propagación de enfermedades transmisibles”.
Filtro de supervisión
El objetivo de instalar a la entrada de dichos entornos un filtro de supervisión, es garantizar que las personas que ingresen a los inmuebles no representen un riesgo potencial de contagio para el resto de las personas en los mismos.
Este filtro consiste en proporcionar gel antibacterial a cada persona que entre, toma de temperatura y proporcionar información sobre COVID-19, así como de las unidades de salud más cercanas, de esta manera se estará reduciendo el riesgo de contagio masivo.
De ser posible, deberá ser atendido por personal de salud ya sea médico o de enfermería, en caso de no contar con alguno de ellos, las personas encargadas deberán recibir una capacitación previa para dicha función.
Si hay varios accesos al inmueble deberá haber un filtro de supervisión para cada uno de ellos.
Para evitar las aglomeraciones, las personas deberán hacer una fila y guardar una distancia de por lo menos un brazo entre una persona y otra; dependiendo del número de trabajadores se recomienda establecer flexibilidad en los horarios del personal.
En caso de detectar alguna persona con fiebre y síntomas respiratorios se remitirá al servicio médico más cercano para su valoración médica.
¿Qué se debe garantizar en una empresa saludable?
Además de garantizar las medidas de higiene, saneamiento del entorno, instalación de filtros de supervisión y la sana distancia; se debe tomar en cuenta las siguientes medidas para brindar seguridad y confianza entre los trabajadores, clientes, usuarios y el resto de la comunidad laboral.
· Monitorear de las indicaciones de las autoridades de salud federales y locales, acerca de las normas, guías y recomendaciones frente al COVID-19.
· Informar a los trabajadores sobre las medidas a implementar.
· Establecer políticas y prácticas que protejan a los trabajadores que pertenecen a los grupos vulnerables (Personas mayores de 60 años, embarazadas, personas que viven con enfermedades crónicas como son: diabetes, hipertensión arterial, obesidad, enfermedades autoinmunes, enfermedades del corazón y pulmonares; personas con discapacidad).
· Propiciar y facilitar opciones de teletrabajo, si están disponibles. Esto elimina la necesidad de que los trabajdores que viven en áreas con mayor transmisión se trasladen a lugares de trabajo con menor transmisión, o viceversa.
· Evaluar la factibilidad de asignar tareas que minimicen su contacto con clientes u otros trabajadores.
· Verificar que el resto de las empresas y trabajadores que comparten el mismo espacio de trabajo, sigan estas recomendaciones.
· Requerir a los empleados que presenten síntomas de covid-19 que permanezcan en casa y notifiquen a su jefe inmediato o supervisor.
· Considerar la viabilidad de realizar cambios de horarios para facilitar traslados en transporte público en horarios de menor circulación y afluencia de personas.
· Capacitar a los empleados acerca de las medidas que pueden tomar para protegerse en el trabajo y en casa:
· Reforzamiento de las medidas de higiene personal: Lavado de manos con agua y jabón, estornudo de etiqueta, sana distancia, no tocarse ojos, nariz y boca con las manos sucias; no escupir
· Respetar y apoyar las tareas de limpieza y desinfección del área de trabajo y objetos de uso común
· Evitar el uso de teléfonos, escritorios, oficinas y otras herramientas y equipos de trabajo de otros empleados, siempre que sea posible. Se deben limpiar y desinfectar antes y después de usarlos.
· Orientar a los trabajadores que se trasladan al trabajo en transporte público o autos compartidos, minimicen el contacto cercano con otros.
· Implementar políticas y prácticas de sana distancia
· Mejorar el sistema de ventilación del edificio, en caso de contar con ello.
Tienes alguna duda…Contáctanos!!!
Por ello tenemos que aprender las nuevas formas de convivencia, tomando en cuenta la posibilidad del riesgo de contagios o un rebrote, lo cual tiene grandes implicaciones, puesto que tendremos que realizar cambios permanentes en nuestro comportamiento para permitir entre todos mantener un bajo nivel de contagio en los próximos años. Dentro de estos nuevos hábitos están las normas de distanciamiento social, tanto en el ámbito empresarial, como en el social y personal, incluyendo la toma de medidas rigurosas para detección temprana y aislamiento de pacientes afectados. Con todas estas medidas, ya nada volverá a ser igual y el estilo de vida será marcado por este gran hito.
Por lo tanto, para retomar las actividades de la vida cotidiana, tales como escuela, trabajo, convivencia familiar, amigos, actividades recreativas, entre otras, es necesario reforzar las medidas de higiene y prevención por un tiempo indefinido y acostumbrarse a una “nueva normalidad” en la que se debe de seguir evitando contagios y protegiendo a los más vulnerables.
En este sentido, es indispensable la participación activa de todos los actores sociales, públicos y privados, para llevar a cabo las medidas e intentar alterar lo menos posible la continuidad de la dinámica socioeconómica del país y de cada región en particular.
De ahí la importancia de que todas las personas conviertan en hábito permanente las medidas preventivas que comprenden sencillos procedimientos higiénicos, tanto personales como del entorno, los cuales comúnmente se realizan en los diferentes lugares donde desarrollan sus actividades cotidianas.
Como empresarios, trabajadores, concesionarios, prestadores de servicios, usuarios y población, debemos continuar con la aplicación de las medidas de higiene y prevención a nivel personal y comunitario, y de esta manera poder reintegrarnos a las actividades con todas las precauciones requeridas.
Es primordial que para esta “nueva normalidad” se suba la guardia contribuyendo a la sustentabilidad de las medidas preventivas, sobre todo a nivel individual, empresa, familia y comunidad y los entornos en los que se desenvuelven día a día. Si esto se logra, podremos evitar un problema nacional y mundial de grandes consecuencias para la salud y la economía.
1. Medidas de prevención en la “nueva normalidad”
Medidas de higiene
· Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón (al llegar de la calle, periódicamente durante el día, después de tocar áreas de uso común, después de ir al baño y antes de comer).
· Cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo desechable o con el ángulo interno del codo al toser o estornudar.
· Nunca escupir en el suelo. Si es necesario escupir, hacerlo en un pañuelo desechable, tirarlo a la basura y lavarse las manos.
· Mantener la higiene adecuada de los entornos (casas, oficinas, centros de reunión, etc.), ventilarlos y permitir la entrada del sol.
· No tocarse nariz, boca y ojos con las manos sucias.
· Resguardo protector en casa cuando se tienen padecimientos respiratorios y acudir al médico si se presenta alguno de los síntomas (fiebre mayor a 38° C, tos, dolor de cabeza más alguno de los otros síntomas antes mencionados).
Saneamiento de entornos y superficies
Todos los entornos públicos y privados, abiertos o cerrados deberán ser desinfectados y mantener la limpieza permanente (con agua y detergentes), para asegurarse que el virus del COVID-19 pueda ser destruido, evitando contagios.
De manera general, la desinfección de superficies debe hacerse diariamente antes de iniciar las actividades del sitio abierto o cerrado y antes de cerrar.
Sana distancia
Mantener una distancia saludable con otras personas, ayuda a evitar ser contagiado con el virus causante de la enfermedad covid-19. Sana distancia son todas las “medidas sociales para reducir la frecuencia de contacto entre las personas para disminuir el riesgo de propagación de enfermedades transmisibles”.
Filtro de supervisión
El objetivo de instalar a la entrada de dichos entornos un filtro de supervisión, es garantizar que las personas que ingresen a los inmuebles no representen un riesgo potencial de contagio para el resto de las personas en los mismos.
Este filtro consiste en proporcionar gel antibacterial a cada persona que entre, toma de temperatura y proporcionar información sobre COVID-19, así como de las unidades de salud más cercanas, de esta manera se estará reduciendo el riesgo de contagio masivo.
De ser posible, deberá ser atendido por personal de salud ya sea médico o de enfermería, en caso de no contar con alguno de ellos, las personas encargadas deberán recibir una capacitación previa para dicha función.
Si hay varios accesos al inmueble deberá haber un filtro de supervisión para cada uno de ellos.
Para evitar las aglomeraciones, las personas deberán hacer una fila y guardar una distancia de por lo menos un brazo entre una persona y otra; dependiendo del número de trabajadores se recomienda establecer flexibilidad en los horarios del personal.
En caso de detectar alguna persona con fiebre y síntomas respiratorios se remitirá al servicio médico más cercano para su valoración médica.
¿Qué se debe garantizar en una empresa saludable?
Además de garantizar las medidas de higiene, saneamiento del entorno, instalación de filtros de supervisión y la sana distancia; se debe tomar en cuenta las siguientes medidas para brindar seguridad y confianza entre los trabajadores, clientes, usuarios y el resto de la comunidad laboral.
· Monitorear de las indicaciones de las autoridades de salud federales y locales, acerca de las normas, guías y recomendaciones frente al COVID-19.
· Informar a los trabajadores sobre las medidas a implementar.
· Establecer políticas y prácticas que protejan a los trabajadores que pertenecen a los grupos vulnerables (Personas mayores de 60 años, embarazadas, personas que viven con enfermedades crónicas como son: diabetes, hipertensión arterial, obesidad, enfermedades autoinmunes, enfermedades del corazón y pulmonares; personas con discapacidad).
· Propiciar y facilitar opciones de teletrabajo, si están disponibles. Esto elimina la necesidad de que los trabajdores que viven en áreas con mayor transmisión se trasladen a lugares de trabajo con menor transmisión, o viceversa.
· Evaluar la factibilidad de asignar tareas que minimicen su contacto con clientes u otros trabajadores.
· Verificar que el resto de las empresas y trabajadores que comparten el mismo espacio de trabajo, sigan estas recomendaciones.
· Requerir a los empleados que presenten síntomas de covid-19 que permanezcan en casa y notifiquen a su jefe inmediato o supervisor.
· Considerar la viabilidad de realizar cambios de horarios para facilitar traslados en transporte público en horarios de menor circulación y afluencia de personas.
· Capacitar a los empleados acerca de las medidas que pueden tomar para protegerse en el trabajo y en casa:
· Reforzamiento de las medidas de higiene personal: Lavado de manos con agua y jabón, estornudo de etiqueta, sana distancia, no tocarse ojos, nariz y boca con las manos sucias; no escupir
· Respetar y apoyar las tareas de limpieza y desinfección del área de trabajo y objetos de uso común
· Evitar el uso de teléfonos, escritorios, oficinas y otras herramientas y equipos de trabajo de otros empleados, siempre que sea posible. Se deben limpiar y desinfectar antes y después de usarlos.
· Orientar a los trabajadores que se trasladan al trabajo en transporte público o autos compartidos, minimicen el contacto cercano con otros.
· Implementar políticas y prácticas de sana distancia
· Mejorar el sistema de ventilación del edificio, en caso de contar con ello.
Tienes alguna duda…Contáctanos!!!